Cortona, entre el Val di Chiana y el buen vino


    Cortona, entre el Val di Chiana y el buen vino



    Cortona, una pequeña ciudad en la provincia de Arezzo, en el corazón de Val di Chiana es un centro vivo y activo desde un punto de vista cultural, histórico y artístico. Grandes actividades, eventos y hospitalidad hacen de Cortona la llamada "Perla de la Toscana".

    Visitando el pueblo y el centro histórico podrás sumergirte en la historia de la ciudad, entre sus murallas etruscas y sus palacios.

    Dentro del centro histórico encontramos Plaza de la República, donde se cruzaban el cardo y el decumanus, en cuya intersección estaba el Foro, que es la plaza principal. En la plaza se encuentran el Palazzo del Capitano del Popolo y el Palazzo Comunale, la primera residencia del Cardenal Passerini en el siglo XVI, la segunda que data del siglo XII.

    Junto a la Piazza della Repubblica, Piazza Signorelli, una bonita plaza en una ligera pendiente (que entre otras cosas acogió el evento final del Festival Cortona Mix de este año, con el "propietario", Lorenzo Jovanotti), presidida por el Palazzo Casali, considerado el palacio de la Cultura, ahora sede del Museo de la Academia Etrusca y la Ciudad de Cortona (MAEC), que data del siglo XVI.

    También en Piazza Signorelli, el Teatro Signorelli, teatro de la ciudad desde hace más de cien años.


    Caminando por el centro y via Casali, "te encuentras" con el Duomo, es decir Iglesia de Santa Maria Assunta, y frente al Museo Diocesano. Otra de las calles de Cortona, concretamente la vía Iannelli, tiene la particularidad de conservar algunas casas medievales tal como estaban.


    Todo Cortona está "abrazado" por las antiguas murallas etruscas del siglo V a. C. C., posteriormente consolidada por los romanos y reestructurada en época medieval.

    La Via Nazionale, llamada Rugapiana por los Cortoneses porque es la única vía "plana" de la ciudad, nos conduce directamente al ineludible panorama que encontramos frente a la Piazza Garibaldi, desde donde la vista se pierde entre el verdor del Val di Chiana y también puede ver el lago Trasimeno, el lago fronterizo entre la Toscana y Umbría.


    Los dos últimos consejos para un fin de semana perfecto en Cortona, por supuesto, además del consejo principal que es entrar en alguna taberna comer bien y beber bien, pero esto no será complicado, son para dar un salto al majestuoso Fortaleza de Girifalco, construido por el Gran Duque de Toscana Cosimo I de 'Medici para defenderse y en el Eremo delle Celle. Este último, del siglo XII, fundado por San Francesco es un lugar "místico", formado por pequeñas casas de ermitas en las ensenadas de la montaña. Realmente vale la pena.


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